Ya en la entrada anterior os hablaba del cojín que habitualmente utilizamos para portar las alianzas de nuestra boda hasta el altar. Y como en ella os mostraba uno hecho con el color favorito de la novia (que actualmente es toda una señora de su marido :D ¡enhorabuena pareja!) en esta ocasión os voy a enseñar otra posibilidad.
Tod@s sabemos que el vestido de una novia es el secreto mejor guardado hasta el día de la boda, pero nosotras tuvimos la suerte de conocer de antemano, al menos, algún detalle del de la nuestra.
El traje iba a llevar bordados en burdeos y quería un cojín a juego con el vestido, así que la misión era llevar a cabo uno acorde con la situación, sin quitarle protagonismo ¡jejeje! pero precioso, como lo estaba ella en su día:
En el siguiente detalle podéis ver las flores que remataban las esquinas:
y en este otro también, así como las iniciales de nuestros protas, de nuevo bordadas con hilo de oro, y los lazos, en esta ocasión separados, donde se colocaron en su momento las alianzas:
Para vosotros también chicos ¡muchas felicidades!
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